La Lluvia del Dharma

En el valle el aire se siente húmedo, presagio de lluvia entienden las plantas. Una gran nube recorta el cielo, viaja con delicada parsimonia como quien disfruta de hacer su tarea y se toma el tiempo necesario para llevarla a cabo. Su sombra cubre un amplio territorio donde conviven cientos de especies vegetales de las más variadas: Arboles ancestrales, arbustos, pastizales, hierbas silvestres, aromáticas, medicinales. Se hace un silencio profundo y el valle entra en meditación. Cae la lluvia con fuerza bañando la tierra. Con apertura y amable aceptación todas las plantas beben de la misma agua. Cada una recibe lo necesario para poder florecer y dar sus frutos cumpliendo su ciclo hasta la próxima lluvia que caerá, como siempre, para todas por igual.

Esta hermosa parábola del Sutra del Loto describe el mensaje esencial del Budismo Mahāyāna: Todos los seres están dotados con la naturaleza del Despertar. El Dharma alcanza a todas las personas equitativamente como la lluvia baña al valle, uniforme y expansiva, sin discriminar. Las personas, diferentes entre sí, se benefician de la sabiduría del Buda conforme a lo que cada una es capaz de recibir y dar. Pero todas, sin distinción, tienen la posibilidad de emprender el camino de la plena consciencia hacia la Liberación.